EUROPA
PRESS
30
mayo 2016
¿Cuántas veces has oído que el agua o el pan engordan? ¿o que sólo los niños deben tomar leche? La alimentación es
clave a la hora de mantener unos hábitos de vida saludables, de ahí que frecuentemente
salgan mensajes, en ocasiones erróneos, sobre supuestos efectos beneficiosos o
perjudiciales de algunos alimentos.
Para aclarar algunas de las
falsas creencias más extendidas entre la población, el doctor Francesc Casellas, de la
Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), ha elaborado un documento en
el que explica los beneficios reales que tienen determinados productos o pautas
alimenticias.
1. Beber agua
en las comidas engorda
Tal afirmación es falsa ya
que el agua no aporta calorías, además de ser un principio básico de nuestra
dieta y su consumo es imprescindible para la hidratación del cuerpo. Lo único
que este experto admite es que en algunas enfermedades se retiene agua, lo que
se traduce en una ganancia de peso, pero por el acúmulo
de agua no porque engorde.
2. Alimentos
buenos y malos
Los alimentos se componen
de muchos nutrientes mezclados, por lo que no hay alimentos buenos o malos 'per se' sino que depende de su composición o de los hábitos
alimentarios que se sigan. En todo caso puede haber alimentos que sienten mal a
algunas personas o que estén contraindicados ante una enfermedad en concreto,
pero eso no impide que, a rasgos generales, se deba promover una alimentación
rica, variada y equilibrada.
3. El pan
engorda
Cada alimento tiene un
aporte calórico determinado, por lo que el pan, como cualquier otro producto,
ni engorda ni adelgaza, señala Casellas, que advierte
de que esto dependerá de las cantidades que se consuman.
4. Los
alimentos 'light' adelgazan
Estos alimentos son
aquellos en los que se ha reducido su valor calórico con respecto al alimento
completo. Pero siguen aportando calorías, por lo que su consumo excesivo puede
no ser beneficioso. Además, para adelgazar hay que consumir menos calorías de
las que se gastan, no depende sólo de la ingesta de alimentos 'light' sino del balance calórico.
5. Los
productos integrales engordan más
Un alimento integral tiene
más contenido en fibra y un mayor valor nutritivo que su equivalente refinado,
pero su valor calórico es parecido. Y por su efecto saciante
pueden ayudar en algunas dietas de adelgazamiento. Aunque el consumo de
azúcares refinados en exceso puede favorecer un mayor nivel de glucosa en
sangre, estos también contienen vitaminas y fibra no absorbible cuyo consumo
previene la constipación, el cáncer de colon y la hipercolesterolemia.
6.
Complementar la dieta con suplementos vitamínicos
Si se siguen unos hábitos
alimenticios saludables, basta con una dieta suficiente y equilibrada si ofrece
los nutrientes y vitaminas que necesita. Existen situaciones en las que es
necesario suplementar la dieta, como durante en el embarazo, pero hacerlo de
forma indiscriminada puede ser innecesario e incluso perjudicial.
7. Los
lácteos, sólo para niños
La leche y sus derivados
son alimentos básicos en la alimentación y deben consumirse de forma diaria al
ser una fuente importante de proteínas, calcio y vitamina D. Esto hace que se
recomiende tanto en niños como en adultos, ya que también son beneficiosos para
prevenir la osteoporosis o favorecer el crecimiento de la flora bacteriana del
intestino.
8. Tomar fruta
después de comer no engorda
Otro alimento básico de
nuestra vida, se recomienda al menos dos piezas mediana
de fruta al día. Además, es recomendable fomentar el consumo de alimentos
frescos, ya que aportan fibra alimentaria, vitaminas
y antioxidantes que son beneficiosos para la salud. Este experto recuerda que
cada fruta tiene su aporte calórico con independencia del momento en que se
ingiera y "no engorda más ni menos si se come al final de las
comidas".
9. La
mantequilla, más saludable que la margarina
Las margarinas contienen
grasas de origen vegetal mientras que la mantequilla se obtiene de la grasa de
la leche. Dado su origen vegetal, la margarina aporta grasas insaturadas que
son más saludables y también son ricas en vitaminas liposolubles, lo que les
aporta un valor nutricional.